Pregunta
¿Cuáles son algunas de las preciosas y grandísimas promesas que se mencionan en 2 Pedro 1:4?
Respuesta
Al comienzo de su segunda epístola, el apóstol Pedro escribe estas palabras alentadoras a los creyentes: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro 1:3-4).
Las preciosas y grandísimas promesas de Dios: su fuente. Pedro dice que estas promesas proceden de la "gloria y excelencia" de Dios (2 Pedro 1:3). Él ha hecho promesas a Su pueblo en Su Palabra, porque es glorioso y porque es bueno.
Las preciosas y grandísimas promesas de Dios: sus destinatarios. Pedro escribe a los que han recibido la fe en el Salvador (2 Pedro 1:1). En el versículo 3, Pedro se refiere a ellos como "llamados" por Dios. Las promesas de la Palabra de Dios benefician a los creyentes en Jesucristo.
Las preciosas y grandísimas promesas de Dios: su descripción. Las promesas que Dios ha hecho a Sus hijos son "grandes" o, como dicen algunas traducciones, "magníficas". No sólo eso, sino que son "muy" grandes. Y son "preciosas"; es decir, las promesas de Dios tienen un valor inexpresable. Lo que Dios ha prometido es sumamente magnífico y de gran valor.
Las preciosas y grandísimas promesas de Dios: su resultado. Gracias a las promesas de Dios "participamos de la naturaleza divina"-sufrimos una transformación espiritual radical y somos hechos nuevas creaciones en Cristo (2 Corintios 5:17). Al tener una nueva naturaleza, ya no estamos sujetos a la vieja naturaleza pecaminosa y estamos libres de "la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro 1:4). Las promesas de Dios tienen un efecto santificador en nosotros. Con la Palabra de Dios en nuestras manos y el Espíritu de Dios en nuestros corazones, ahora tenemos todo lo que necesitamos para "la vida y la piedad" (versículo 3).
Las preciosas y grandísimas promesas de Dios: su mensaje. ¿Cuáles son algunas de las promesas a las que se refiere Pedro? Todas las promesas de Dios son maravillosas, pero nos fijaremos en algunas de las promesas relacionadas con las siguientes palabras de Pedro, promesas relativas al perdón, la vida eterna y la participación en la naturaleza divina del creyente:
Salmo 23:6 (NBLA), "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del Señor moraré por largos días".
Isaías 1:18 (NBLA) "Vengan ahora, y razonemos, dice el Señor, "Aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán"".
Ezequiel 36:26 (NBLA) "les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes".
Juan 6:37 (NBLA) "Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera".
Mateo 11:28-29 (NBLA) "Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas".
Hechos 2:21; cf. Joel 2:32 (NBLA) "todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo".
Juan 7:38 (NBLA) "El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva".
Hechos 10:43 (NBLA) "por Su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados".
Hechos 13:39 (NBLA) "y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés, por medio de Él, todo aquel que cree es justificado".
Juan 10:28 (NBLA) "Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano".
Juan 14:3 (NBLA) "vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también".
Juan 14:19 (NBLA) "porque Yo vivo, ustedes también vivirán".
Juan 6:40 (NBLA) "Porque esta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final".
No son palabras vacías. Son las "preciosas y grandísimas" -magníficas y valiosas- promesas que Dios nos hace en Cristo. Son más que palabras en una página; son una realidad.
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¿Cuáles son algunas de las preciosas y grandísimas promesas que se mencionan en 2 Pedro 1:4?