Pregunta
¿Qué es el hombre / la humanidad?
Respuesta
El término hombre en la Biblia a veces se refiere a un humano varón, pero más comúnmente significa "seres humanos", tanto masculinos como femeninos. Humanidad es una designación colectiva para todos los humanos, criaturas creadas a imagen de Dios, una característica que distingue a hombres y mujeres de los animales y del propio Dios Creador.
Génesis 1—2 describe la formación del mundo, incluyendo la creación de la humanidad: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Génesis 1:26–27). Aquí está claro que el término traducido como "hombre" se refiere a "seres humanos", ambas criaturas creadas, machos y hembras.
La humanidad no evolucionó de otras formas inferiores de vida sino que fue creada directamente por Dios y a la imagen de Dios (Génesis 1:26–31; Santiago 3:9). El Creador hizo al hombre para ser su representante en la tierra, y les dio dominio sobre la creación: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar, todo cuanto pasa por los senderos del mar” (Salmos 8:3–8).
La verdad de que la humanidad fue creada a imagen de Dios forma la base para la santidad de la vida humana: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” (Génesis 9:6). Ser creado a Su imagen expresa la propiedad o posesión de Dios sobre la humanidad, como un sello o impresión (Marcos 12:13–17). Y dado que Dios creó hombres y mujeres a su propia imagen, ambos sexos tienen igual valor ante Él. Del mismo modo, porque toda la humanidad está hecha a imagen de Dios, todos los seres humanos son iguales ante Dios, independientemente de su raza, etnia, y condición social o económica (Proverbios 22:2; Mateo 20:25–28; Gálatas 3:28). Quizás solo en el contexto de todas las naciones, tribus, y grupos de personas, incluyendo a hombres y mujeres en cooperación, podemos alcanzar la verdadera semejanza de la imagen de Dios.
Dios creó al hombre, es decir, a la humanidad, con cuerpo y alma. El cuerpo es material, mientras que el alma es inmaterial y perdura más allá de la muerte física (Génesis 2:7; 2 Corintios 5:1–8). Después de la caída del hombre, la humanidad continuó como cuerpo y alma y retuvo la imagen de Dios, pero toda su naturaleza y ser fueron profundamente impactados por el pecado (Génesis 4; 6:5; Jeremías 17:9; Efesios 4:17–19). Los humanos se volvieron oscurecidos en mente (Efesios 4:17–19), muertos en pecado (Efesios 2:1), y sujetos a la muerte física y al juicio eterno (Romanos 5:12–21; 8:10; 14:12; Hebreos 9:27).
Dios, en su amor, gracia y misericordia, no abandonó a la humanidad a la muerte y la destrucción, sino que proporcionó un camino de redención y salvación a través de la fe en Jesucristo: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:4–8).
Los seres humanos fueron creados para adorar a Dios y disfrutar de su presencia por toda la eternidad (Isaías 43:7; Apocalipsis 4:11). Pero solo a través de Jesucristo la humanidad puede conocer a Dios personalmente y entrar en una relación eterna con Él (Romanos 3:21–26). La completa manifestación de nuestra salvación se logrará al final de los tiempos con una resurrección, cuando entremos en el estado eterno e inmortal (1 Corintios 15:49–57). Por supuesto, no toda la humanidad será salvada. Solo aquellos que ponen su fe en Cristo son hechos justos ante Dios (Romanos 3:22). En Jesucristo, el hombre se convierte en todo lo que Dios creó que él fuera: un verdadero reflejo de la imagen de Dios (2 Corintios 3:10; 5:17; Efesios 4:24).
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¿Qué es el hombre / la humanidad?