Pregunta
¿Qué es un gentil?
Respuesta
La palabra gentil simplemente se refiere a una persona que no es judía.
Para los judíos, los gentiles eran considerados como paganos que no conocían al Dios verdadero. En la época de Jesús, muchos judíos se sentían tan orgullosos de su herencia cultural y religiosa que consideraban a los gentiles "impuros", llamándolos "perros" y "de la incircuncisión." Los gentiles y los samaritanos semi-gentiles eran vistos como enemigos que había que rechazar (ver Juan 4:9; 18:28; y Hechos 10:28).
En el Sermón del Monte, Jesús se refirió a la asociación habitual de los gentiles con el paganismo: "Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?" (Mateo 5:47). En otra parte del mismo sermón, Jesús dijo: "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos" (Mateo 6:7).
Jesús vino para ofrecer la salvación a todos los pueblos, judíos y gentiles. El profeta Isaías profetizó el ministerio universal del Mesías, diciendo que "traerá justicia a las naciones" y que sería "luz de las naciones" (Isaías 42:1, 6). En Marcos 7:26, Jesús ayuda a una mujer gentil que le había pedido que librara a su hija de un demonio.
Es interesante que tanto los judíos como los gentiles aparecen en el relato de la muerte de Jesús. Los líderes judíos arrestaron a Jesús, pero fue un romano (es decir, un gentil) quien lo condenó a muerte y fueron los romanos quienes lo ejecutaron (ver la predicción de Jesús en Lucas 18:32). Más adelante, los apóstoles oraron: "Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel" (Hechos 4:27).
Al extenderse el Evangelio en la temprana época del Nuevo Testamento, muchos gentiles se convirtieron. Hechos 11:18 describe la reacción de los cristianos judíos de Jerusalén, que "glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!". Cuando los gentiles de Antioquía de Pisidia oyeron las buenas nuevas, "se pusieron muy contentos y decían que el mensaje de Dios era bueno. Y todos los que Dios había elegido para recibir la vida eterna creyeron en él" (Hechos 13:48 - TLA).
Al escribir a la iglesia (mayormente gentil) de Roma, Pablo comunicó su objetivo: "No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son" (Romanos 1:16). Pablo comprendió que la venida de Jesús dio la oportunidad de salvación a todo el que crea en el nombre de Cristo (Juan 3:16).
Por mucho tiempo los gentiles fueron vistos como enemigos del pueblo judío, sin embargo, Cristo dio buenas noticias tanto a los judíos como a los no judíos. Pablo alabó la bondad del Señor en su carta a la iglesia (mayormente gentil) de Éfeso: "En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación" (Efesios 2:12-14).
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