Pregunta
¿Qué opinión debe tener un cristiano sobre las relaciones a distancia?
Respuesta
Las relaciones a distancia pueden ser difíciles, pero también tienen el potencial de fortalecer el vínculo entre las partes si cada una está comprometida con la relación. El acceso a Internet hace que las relaciones a distancia sean mucho más fáciles que antes. Ahora tenemos la opción de utilizar la video llamada y un montón de otras aplicaciones en tiempo real que nos permiten ver y escuchar al otro como si estuviéramos en la misma habitación. Internet también ha abierto la puerta para conocer a personas de otros países, y algunos de esos encuentros terminan en relaciones a distancia. Hay aspectos positivos y negativos en una relación a distancia, y examinaremos algunos de ellos.
Los cristianos entienden la complejidad y las frustraciones de las relaciones a distancia mejor que la mayoría porque, en cierto sentido, estamos en una relación a distancia con Jesús. Aunque Su Espíritu siempre está con nosotros, todavía anhelamos verlo cara a cara (1 Corintios 13:12). Pablo expresó el deseo del corazón de todo verdadero seguidor de Cristo cuando escribió: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros" (Filipenses 1:21-24).
Los cristianos deben ser precavidos a la hora de entablar una relación a distancia con una persona desconocida. Jesús enseñó a Sus seguidores a ser "prudentes como serpientes, y sencillos como palomas" a la hora de navegar por este mundo engañoso (Mateo 10:16). Aunque muchas personas han encontrado el amor verdadero a través de portales de citas y salas de chat, muchas otras se han visto enredadas en una pesadilla. La precaución nos recuerda que alguien puede teclear cualquier cosa en Internet, sabiendo que no hay manera de que las declaraciones puedan ser validadas. A pesar de lo encantadora que parece ser una persona en línea, en realidad no la conocemos.
Incluso entre amigos bien conocidos, un romance a distancia conlleva riesgos. Existe la posibilidad de que cada uno de ellos, o ambos, encuentren a otra persona cerca. El viejo adagio se hace realidad: "La ausencia hace que el corazón se vuelva más cariñoso... para otra persona". Los seres humanos anhelan la intimidad, y si una relación a distancia no satisface esa necesidad, la tentación de terminarla por otro romance siempre está presente. Las aventuras son habituales en los matrimonios a distancia como consecuencia de este déficit de intimidad. Por esa razón, los cristianos casados que no pueden estar físicamente presentes con sus cónyuges necesitan guardar sus corazones y "no proveer para los deseos de la carne" (Romanos 13:14). Hacemos provisión para la carne cuando avivamos la llama de los deseos insatisfechos y nos ponemos en situaciones en las que esos deseos no pueden ser satisfechos sino a través del pecado.
Otra desventaja de una relación a distancia es que, sin la proximidad, no podemos ver el comportamiento en varios escenarios. Él puede ser maravilloso en las video llamadas, pero ¿cómo trata a la mesera en el restaurante? ¿Cómo responde ella cuando se enoja y qué la hace enojar? ¿Cómo se relaciona con los miembros de su familia? ¿Cómo lo hace ella? Algunos aspectos importantes de una relación simplemente no pueden conocerse sin pasar tiempo en presencia de alguien.
Como aspecto positivo, las relaciones a distancia ofrecen la oportunidad de centrarse en la comunicación de corazón a corazón sin las distracciones de la vida cotidiana. Las parejas de militares experimentan esto cuando uno de ellos está de servicio. Aunque la separación es dolorosa, saben apreciar los momentos que pasan juntos. Nunca perderán interés por el otro ni se aburrirán de su compañía. Pueden desarrollar nuevas formas de crear intimidad espiritual y emocional cuando están privados de la cercanía física. Para las parejas no casadas, una relación a distancia también ayuda a protegerse de la tentación sexual porque minimiza las oportunidades para ello (1 Corintios 6:18).
Los cristianos deben evaluar las relaciones a distancia como lo harían con cualquier otra relación. Si la relación no está centrada en un compromiso con Cristo, no es una buena relación. Si no crea un deseo en cada persona de vivir una vida más santa y dedicada, no es una buena relación. Si los participantes no se "estimulan al amor y a las buenas obras", no es una buena relación (Hebreos 10:24). Sin embargo, si ambas partes están comprometidas la una con la otra y con el Señor, pueden considerar su tiempo de separación como un campo de entrenamiento para lo que Dios quiere hacer en cada una de sus vidas (Santiago 1:2-4).
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