Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la religión?
Respuesta
Según el diccionario de Cambridge, la religión es "la creencia en y la adoración de un dios o dioses, o cualquier sistema de creencias y adoración semejante". La Biblia hace referencia a la religión en varios pasajes. Recordando su tiempo como fariseo, Pablo relata que pertenecía a "la secta más estricta de nuestra religión" (Hechos 26:5, NBLA). Asimismo, Festo llama al judaísmo una "religión" en Hechos 25:19.
Dios define la verdadera religión de esta manera: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27). En otras palabras, el sistema de adoración a Dios no se trata de observar ritos y rituales, sino de ayudar de forma práctica a los necesitados y vivir una vida pura, apartada del pecado del mundo.
Un tipo de religión se basa en "la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo" (Colosenses 2:8, NBLA). Este tipo de religión se fundamenta en dioses falsos y filosofías mundanas. A lo largo de la historia, diversas religiones han venerado ídolos y han glorificado a la criatura en lugar del Creador. El artesano toma madera y "con el cincel y el cepillo y lo talla formando una figura humana. Le da belleza humana y lo pone en un pequeño santuario" (Isaías 44:13, NTV). Al ver la obra de sus propias manos, "se postra delante de él, lo adora" (versículo 17). El adorador de ídolos y todos los que siguen una religión falsa están destinados a la desilusión: "El corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede librar" (versículo 20, NBLA).
Otro tipo de religión se basa en la tradición, la ceremonia y el cumplimiento de reglas para ganar el favor de Dios. Los escribas y fariseos en la Biblia son ejemplos de esta forma de religión. Jesús dijo: "[Los fariseos] Gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación" (Lucas 20:46-47). Su religión era externa y estaba fuertemente influenciada por sus tradiciones. En lugar de ayudar a las viudas, como ordena Santiago 1:27, los fariseos las explotaban. Como tumbas blanqueadas, parecían limpias y puras por fuera, pero por dentro estaban llenas de corrupción (Mateo 23:27).
Gran parte de lo que consideramos religión—ir a la iglesia los domingos, recitar una oración, encender una vela, etc.—son tradiciones humanas que dan la apariencia de devoción, pero, en última instancia, tienen poco que ver con el alma de la persona. De hecho, en 2 Timoteo 3:1-5, se nos advierte que la gente puede tener "apariencia de piedad", sin que su actividad religiosa produzca un cambio significativo en sus vidas. A pesar de sus ceremonias externas, siguen siendo personas sin amor, ingratas, descontroladas y sin arrepentimiento. La instrucción bíblica es: "A estos evita". Jesús describió a personas que sin duda eran religiosas en Mateo 7:21-22, pero su última palabra para ellos fue: "Jamás los conocí; apártense de Mí, los que practican la iniquidad" (versículo 23, NBLA).
Como dice Santiago 1:27, la verdadera religión ante Dios marca una diferencia en quiénes somos y qué hacemos. Se trata de una religión basada en la relación: Jesús dijo, "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15). La obediencia es la prueba del amor. Amamos a Dios porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19), y nuestro amor nos lleva a la acción; es el cumplimiento de la ley (Romanos 13:10). Esta religión basada en la relación no se fundamenta en lo que hacemos por Dios, sino en lo que Él ha hecho por nosotros. No confiamos en nuestro desempeño, sino en una Persona: Jesucristo.
La palabra "religión" se usa en muchos contextos, pero hay una diferencia entre la religión falsa y la verdadera. De manera similar, hay una diferencia entre practicar la religión solo por apariencia y vivirla para cultivar una relación más profunda con Cristo.
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¿Qué dice la Biblia sobre la religión?
