Pregunta
¿Qué significa resistir al diablo, y por qué resistir hará huir al diablo?
Respuesta
La frase "resistir al diablo" se encuentra en Santiago 4:7, donde el apóstol Santiago exhorta a los creyentes a resistir al diablo para que huya de nosotros. Resistir significa soportar, luchar u oponerse de alguna manera. La resistencia puede ser una maniobra defensiva por nuestra parte, como resistir o soportar la tentación de pecar. O puede ser una acción que tomamos para usar la única arma ofensiva en la armadura completa de Dios (Efesios 6:13-18), la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Usar las Escrituras para desenmascarar las mentiras y tentaciones de Satanás es la manera más eficaz de luchar contra ellas y vencerlas.
Es importante leer todo el versículo: "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7). Resistir al diablo debe ir acompañado de someterse a Dios. Un creyente desobediente o no sumiso no verá la victoria.
El apóstol Juan registra que Jesús dijo acerca de Satanás: "El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10, NBLA). Como cristianos, tenemos vida plena cuando somos conscientes de la realidad de la presencia del mal. Mientras luchamos por mantenernos firmes en nuestra fe, debemos darnos cuenta de que los enemigos a los que nos enfrentamos no son meras ideas humanas, sino fuerzas reales que proceden de los poderes de las tinieblas. La Biblia dice: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12).
¿Por qué la resistencia hará huir al diablo? Porque sabe que no puede obtener la victoria sobre nosotros si estamos dispuestos a luchar contra él. Como mencionamos antes, la Biblia nos asegura que solo necesitamos ponernos toda la armadura de Dios para estar completamente protegidos del mal y para resistirlo activamente. No hay nada más temible para Satanás que un creyente que está completamente equipado con la armadura espiritual, comenzando con el "yelmo de la salvación", que protege nuestras mentes, y la "coraza de justicia", que protege nuestros corazones porque es la justicia de Cristo (2 Corintios 5:21). Solo un verdadero creyente los lleva, porque solo aquellos que han recibido el perdón de Dios por gracia mediante la fe tienen la salvación eterna y la justicia de Cristo imputada a ellos.
Una vez equipados con el casco y la coraza (literalmente, "protector pectoral"), debemos tomar otras armas defensivas con las que luchar contra Satanás: la verdad, la disposición a proclamar el Evangelio y la fe que nos protege de todas las flechas encendidas del maligno. La última pieza de la armadura es la oración. Oramos pidiendo fortaleza para resistir al mal y para luchar activamente contra él. Oramos por sabiduría en el conflicto y, sobre todo, permanecemos firmes en nuestras oraciones, tanto por la capacidad de resistir al diablo como por otros creyentes que luchan en la misma batalla. Cuando la iglesia, el cuerpo de Cristo, se mantiene unida contra el mal, completamente equipada con la armadura de Dios, presentamos un formidable adversario al maligno y veremos a Dios obtener la gloria por la victoria.
Como una nota adicional, la Biblia nunca da a los Cristianos la autoridad para "reprender" al diablo, solo para resistirlo. Zacarías 3:2 nos dice que es el Señor quien reprende a Satanás. Incluso Miguel, uno de los ángeles más poderosos, no se atrevió a acusar a Satanás, sino que dijo: "El Señor te reprenda" (Judas 1:9). En respuesta a los ataques de Satanás, los cristianos debemos duplicar nuestros esfuerzos para revestirnos de la armadura espiritual, usar la Palabra de Dios y confiar en Su poder a través de la oración. En lugar de centrarnos en "reprender" al diablo, deberíamos centrarnos en resistirlo con toda la armadura de Dios.
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¿Qué significa resistir al diablo, y por qué resistir hará huir al diablo?
