Pregunta
¿Qué significa revestirse de amor (Colosenses 3:14)?
Respuesta
En la carta de Pablo a los colosenses, Pablo celebra la nueva vida que los creyentes tienen en Cristo, y los desafía a vivir conforme a esa nueva realidad, animándolos especialmente a "vestíos de amor" (Colosenses 3:14).
Pablo recuerda a los colosenses la superioridad de Jesús (Colosenses 1:13-20) y de la nueva vida del creyente en y por Jesús. El creyente ha muerto (Colosenses 2:20) y ha sido sepultado con Cristo (Colosenses 2:12). Jesús es la fuente de la nueva vida del creyente, y Pablo exhorta a los que han creído en Jesús y, por tanto, han recibido esta nueva vida, a que caminen en Él de la misma manera en que lo recibieron, con fe (Colosenses 2:6-7).
Por fe hemos sido salvos, y por fe somos edificados en Cristo. No solo hemos muerto con Cristo y hemos sido sepultados con Él, sino que también hemos resucitado con Él (Colosenses 3:1). Pablo enfatiza que, si hemos sido resucitados con Cristo, debemos estar enfocados en Cristo. Debemos seguir buscando las cosas de arriba, donde está Cristo, y tener nuestras mentes puestas en esas cosas, porque nuestra vida está en Cristo (Colosenses 3:1-2). Basado en estos hechos notables: que el creyente ha muerto, ha sido sepultado y ha resucitado con Cristo a una nueva vida, Pablo anima a los creyentes a adoptar una ética que refleje esa nueva vida, personificada en revestirse de amor (Colosenses 3:14).
Los creyentes tienen una nueva vida en Cristo, y la gloria de esa nueva vida se manifestará un día, cuando Él se manifieste (Colosenses 3:3-4). Hasta entonces, debemos considerar nuestros cuerpos como muertos a las cosas de la vida vieja y centrarnos, en cambio, en las cosas de Cristo (Colosenses 3:5). El creyente debe dejar a un lado las idolatrías que caracterizaban la antigua vida (Colosenses 3:6-7). Debemos dejar a un lado las viejas costumbres pecaminosas y destructivas, incluidas las malas actitudes y el lenguaje inapropiado, porque nuestro viejo yo ha sido desechado (Colosenses 3:8-9). En resumen, no tiene sentido que los creyentes que han muerto al pecado vivan de manera pecaminosa.
Porque nos hemos revestido del nuevo yo, recibiendo nueva vida en Cristo por creer en Cristo, estamos siendo renovados, estamos siendo transformados y estamos creciendo (Colosenses 3:10-11). Como parte de esta nueva vida, los creyentes deben revestirse de varias características, incluyendo el amor. Del mismo modo que nos vestimos, los creyentes deben revestirse activa y diligentemente (del griego enduo) de ciertas características y actitudes hacia los demás, como la compasión, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia (Colosenses 3:12) y soportarse y perdonarse unos a otros (Colosenses 3:13). Pero, "sobre todas estas cosas", dice Pablo, "vestíos de amor" (Colosenses 3:14). Este es el vínculo perfecto de la unidad. A todos los creyentes se les ha dado nueva vida en el mismo Señor, lo que los convierte en una hermandad, y deben demostrar el amor de Cristo entre ellos.
Estas nuevas expectativas pueden parecer increíblemente difíciles, si no imposibles, pero Pablo recuerda a sus lectores que, si mantienen sus prioridades en orden, centrándose en la comunión con Cristo, entonces revestirse de amor no es tan difícil. Los creyentes deben permitir que la paz de Cristo reine en sus corazones con agradecimiento (Colosenses 3:15) y que Su Palabra habite ricamente en ellos, como en su casa (Colosenses 3:16). Si nos enfocamos en estas cosas, las cosas de arriba, entonces podemos hacer todo en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:17), incluyendo revestirnos de amor los unos por los otros.
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¿Qué significa revestirse de amor (Colosenses 3:14)?
