Pregunta
¿Qué es el yoga sagrado?
Respuesta
El yoga sagrado o yoga cristiano es un movimiento que combina el yoga con la práctica cristiana, intentando adaptar el contenido espiritual del yoga a una cosmovisión cristiana. El yoga ha sido practicado durante décadas en algunas iglesias católicas, episcopales y protestantes tradicionales; en años más recientes, el "yoga sagrado" ha ganado espacio en algunas iglesias evangélicas.
En Oriente, el yoga es una práctica abiertamente espiritual vinculada a la adoración de los dioses hindúes. En Occidente, el yoga suele presentarse como un ejercicio físico o un medio para gestionar el estrés. El objetivo del yoga en el hinduismo es adquirir un conocimiento profundo del Yo y unirlo con el Brahman impersonal y omnipresente. El yoga sagrado modifica ese objetivo para que parezca más "cristiano"; el propósito del yoga sagrado es adquirir un conocimiento profundo del Yo en Cristo. Durante las sesiones de yoga sagrado, se reproduce música cristiana de fondo, y los cantos de nombres de deidades hindúes se sustituyen por la recitación de versículos bíblicos. Todo esto es un intento de utilizar el yoga como una experiencia de adoración cristiana para profundizar la fe en Dios.
Los orígenes del yoga son indudablemente paganos. La pregunta es: ¿puede el yoga transformarse en algo de valor espiritual para los cristianos? ¿Puede un yoga secular (o pagano) convertirse en yoga sagrado? Aquí hay algunas consideraciones:
El enfoque del yoga en el Yo es inherentemente antibíblico. La Biblia nunca nos dice que nos enfoquemos en nosotros mismos; más bien, debemos morir al Yo y seguir a Cristo (Mateo 16:24). Nuestro enfoque debe estar en nuestro Salvador, "el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2). Nos concentramos en el Creador del cielo y la tierra, no en Su creación.
La filosofía intrínseca del yoga es que tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros mismos y que, en esencia, somos dioses. Esto también es antibíblico. Una filosofía así no puede realmente "cristianizarse". Dios es trascendente; existe fuera de nosotros, y se nos dice que lo busquemos (Sofonías 2:3).
La conexión con Dios no se logra a través de la meditación yóguica, la concentración o la disociación de los sentidos del Yo. La Escritura nos dice que Jesús es el único camino para "conectarnos" con Dios (Juan 14:6), y la Palabra de Dios es suficiente para guiarnos en la vida (2 Timoteo 3:16–17). Leer la Biblia y orar puede parecer mundano para algunos, pero son los medios que Dios nos ha dado para conocerlo mejor. El yoga sagrado se acerca peligrosamente a una forma de misticismo cristiano que exalta la experiencia sobre el estudio tradicional de la Biblia y la oración.
El yoga sagrado promueve la idea de que el control de la respiración y la posición del cuerpo están relacionados con la salud espiritual y mental. No hay absolutamente nada en la Biblia que sugiera tal relación. De hecho, la Biblia dice que podemos estar "desgastándonos" externamente, pero "renovándonos día a día" internamente (2 Corintios 4:16; cf. 12:7–10). Podemos controlar nuestra mente y crecer espiritualmente incluso si nuestra condición física no es ideal. Los yoguis suelen hablar de un "cuerpo emocional" o un "cuerpo espiritual", pero esos conceptos son ajenos a la Escritura. El alma no es un "cuerpo".
Los maestros del yoga sagrado promueven la práctica de la meditación tal como se entiende en el Nuevo Pensamiento y el misticismo oriental. Métodos yóguicos como la visualización, la respiración controlada y los cantos se recomiendan para ayudar a los practicantes a vaciar la mente, calmar el cuerpo y conectarse con Dios. En el yoga sagrado, la imagen visualizada podría ser una vela, una cruz o una imagen de Jesús; el problema es que dicha visualización no se enseña en la Escritura y es exactamente el método utilizado en la meditación trascendental y otras técnicas de alteración mental del Nuevo Pensamiento. Además, la Escritura advierte contra la repetición vana de palabras (Mateo 6:7), y vaciar la mente no es un mandato bíblico.
Brooke Boon, una promotora destacada del yoga sagrado, escribió: "El yoga puede considerarse una filosofía. Es la idea de que al unir la concentración entre mente y cuerpo, mientras se fortalecen y flexibilizan ambos, nos convertimos en personas más auténticas, capaces de escuchar a Dios y experimentarlo de maneras antes imposibles" (Holy Yoga: Exercise for the Christian Body and Soul, Nueva York: Faith Words, 2007, p. 8–9; citado por Elliot Miller en "The Yoga Boom: A Call for Christian Discernment", Christian Research Journal, volumen 31, número 02, 2008). Examinemos cuidadosamente lo que Boon dice: si el yoga sagrado permite a los cristianos "escuchar a Dios y experimentarlo de maneras antes imposibles", entonces, ¿por qué la Biblia guarda silencio sobre el yoga? ¿Por qué Jesús no enseñó yoga? Para "convertirnos en personas más auténticas" y verdaderamente escuchar a Dios, ¿realmente necesitamos tomar prestada una técnica del hinduismo?
El yoga, con sus raíces en el hinduismo, es una práctica espiritualmente peligrosa. Simplemente cambiar la intención de la práctica no anula sus problemas teológicos inherentes. La dependencia del yoga sagrado en nociones paganas sobre la naturaleza del hombre, su vinculación de lo físico con lo espiritual y su apoyo a la oración contemplativa son razones suficientes para evitar esta práctica.
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¿Qué es el yoga sagrado?