Pregunta
¿Es un pecado tener un sueño sexual?
Respuesta
Los sueños son unas aventuras fascinantes de la mente que ocurren mientras dormimos. En la Biblia, los sueños tenían un gran significado y a veces eran utilizados por Dios para revelar la verdad a la gente (Génesis 40:8; Daniel 7:1; Mateo 2:19). La Biblia se refiere a los sueños y a las visiones indistintamente, y en ocasiones las propias personas no estaban seguras de si estaban viviendo en la realidad o en un sueño (véase Hechos 12:9). Sin embargo, la mayoría de los sueños no son inspirados por Dios y pueden incluso implicar pecados y horrores de toda clase. ¿Es malo soñar que se está pecando? ¿Es pecado soñar con cosas sexuales?
Los expertos en sueño pueden darnos detalles físicos sobre nuestro cerebro cuando soñamos, pero no hay un consenso fiable sobre por qué soñamos como lo hacemos o qué desencadena ciertos temas. Los sueños son la forma que tiene el cerebro de procesar datos y acontecimientos, pero con frecuencia lo hace de forma aleatoria y absurda. Escenas, personas, colores y emociones parecen unirse arbitrariamente para formar historias detalladas que tienen muy poco sentido al despertar. Algunas de esas historias implican actos sexuales que la persona que sueña nunca llevaría a cabo cuando está despierta. Ese tipo de sueños puede provocar sentimientos de culpa y vergüenza, aunque no se haya realizado ninguna acción.
Si bien es cierto que tendemos a soñar más con aquellas cosas que ocupan nuestra mente consciente, esto no es un hecho absoluto. Cualquiera que haya soñado alguna vez con hacer algo que considera moralmente repulsivo lo entiende. Alguien que sueña con ver a su profesor de tercer grado jugar al tenis con un mapache no necesita ser internado en una unidad psiquiátrica. Sólo fue un sueño extraño. Del mismo modo, un hombre que se esfuerza por vivir con pureza, pero sueña con tener relaciones sexuales con varias mujeres, de las cuales ninguna es su esposa, no necesita arrepentirse. Tampoco una mujer que tiene sueños sexuales necesita arrepentirse por las acciones realizadas en esos sueños. Sólo fue un sueño extraño.
Sin embargo, si esos sueños sexuales fueron producto de pensamientos diurnos lujuriosos, entonces puede ser necesario el arrepentimiento. Si los sueños sexuales se vuelven placenteros y deseados, entonces es el momento de revisar las palabras de Jesús sobre la lujuria (Mateo 5:28). Al despertar, si nos sentimos mal por lo que estábamos soñando, es siempre oportuno pedir perdón a Dios y rogarle que purifique nuestros pensamientos. Orar el Salmo 19:14 al levantarse puede borrar los sentimientos de culpa y también reajustar nuestro pensamiento para no seguir albergando pensamientos e imágenes sexualmente pecaminosas.
Los sueños también pueden reflejar necesidades y anhelos insatisfechos, o incluso experiencias pasadas, así que, si surge el mismo patrón, puede ser una señal de que hay un área que necesitamos tratar con el Señor. Si los sueños persisten, puede ser útil hablar también con un consejero cristiano. No estamos ocultando nada a Dios; Él conoce los sueños (Salmo 139:2; 1 Crónicas 29:17). Así que si somos honestos acerca de nuestras necesidades y deseos y le pedimos que los satisfaga de manera justa, podemos convertir incluso los sueños sexuales en vías de crecimiento y entrega espiritual.
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¿Es un pecado tener un sueño sexual?