Pregunta
¿Qué es el continuismo? ¿Qué es un continuista?
Respuesta
Por favor, tengan en cuenta que, como ministerio, GotQuestions.org no está de acuerdo con el continuismo. El siguiente artículo está escrito por alguien que está de acuerdo con el continuismo. Pensamos que valdría la pena tener un artículo que presente el continuismo de forma positiva, ya que es bueno que nuestros puntos de vista sean cuestionados, motivándonos a seguir buscando en las Escrituras para asegurarnos de que nuestras creencias son bíblicamente sólidas.
El continuismo es la creencia de que todos los dones espirituales, incluyendo las sanidades, las lenguas y los milagros, todavía operan hoy en día, al igual que en los días de la iglesia primitiva. Un continuista cree que los dones espirituales han "continuado" sin cesar desde el día de Pentecostés y que la iglesia de hoy tiene acceso a todos los dones espirituales mencionados en la Biblia.
Cuando el Espíritu Santo vino como Jesús había prometido (Hechos 1:8; 2:1-4), Él llenó a los creyentes y les dio dones sobrenaturales que les permitieron servir a Dios con poder y eficacia. Estos dones espirituales se enumeran en Romanos 12:6-8, Efesios 4:11, y 1 Corintios 12:7-11, 28, y el continuismo dice que todos los dones continúan hasta el día de hoy. Estos dones varían de una persona a otra de acuerdo a lo que el Espíritu considere necesario (1 Pedro 4:10). Primera de Corintios 12:4-6 dice: "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo". Los continuistas afirman que no hay evidencia en las escrituras de que alguno de estos dones espirituales ya no esté operando.
El punto de vista opuesto se llama cesacionismo, que enseña que algunos de los dones "cesaron" y ya no están operando hoy en día. El asunto en el cesacionismo no es si todavía hay dones presentes, sino cuáles. Los cesacionistas señalan versículos como 1 Corintios 13:10 y al hecho de que los dones milagrosos parecen estar estrechamente ligados al ministerio de los apóstoles y a la verificación de la revelación de Dios (Hechos 2:22; 14:3; 2 Corintios 12:12) como prueba de que los dones milagrosos del Espíritu han cesado.
Como en cualquier doctrina, existen extremos en ambos lados. Algunos cesacionistas creen que todos los dones espirituales desaparecieron con la finalización de la era apostólica. Otros cesacionistas menos extremos sostienen que sólo los "dones de señales" — sanidades, milagros y lenguas — se han terminado. Por el lado de los continuistas extremos, hay quienes enseñan que las lenguas siempre deben seguir a la salvación o a la llenura del Espíritu Santo. También puede haber un énfasis erróneo en los dones y no en la persona de Jesucristo. Algunos incluso afirman que cada creyente puede estar equipado con cualquier don de milagro si tiene suficiente fe. Sin embargo, este concepto se refuta claramente en 1 Corintios 12:11, donde se dice que el Espíritu "reparte a cada uno en particular como él quiere". Pablo trató este mismo tema en la iglesia de Corinto: "¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas?" (1 Corintios 12:29-30). La respuesta a estas preguntas es "no".
Los continuistas creen que la instrucción bíblica sobre los dones espirituales es tan relevante hoy como cuando fue escrita. Sostienen que no hay razón bíblica para creer lo contrario y que los cesacionistas son los que tienen la responsabilidad de demostrarlo. Los creyentes de ambas posturas pueden acordar estar en desacuerdo, aunque ambas perspectivas deben tener en cuenta la oración de Jesús en Juan 17:22-23: "La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado". Independientemente de que sean continuistas o cesacionistas, todos los creyentes nacidos de nuevo son parte del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27). Cuando permitimos que cualquier tema no fundamental cause división y disensión, no estamos prestando atención a algo importante para nuestro Señor.
Anexo sobre los argumentos cesacionistas comunes y las respuestas de los continuistas
Los cristianos que sostienen que no hay fundamentos bíblicos para el cesacionismo, a veces son llamados "continuistas". Estos creyentes consideran que su posición es bíblicamente consistente y que el cesacionismo no tiene fundamento bíblico. Los siguientes son algunos de los argumentos comunes del cesacionismo y las respuestas continuistas:
1. Escritura
Los cesacionistas frecuentemente citan 1 Corintios 13:8-10 para apoyar la idea de que algunos dones cesaron cuando llegó "lo perfecto". Algunos creen que "lo perfecto" se refiere a la finalización de la Biblia. Esta posición sostiene que una vez que la Biblia fue completada ya no había necesidad de obras milagrosas del Espíritu Santo por parte de los creyentes. Sin embargo, el versículo 12 aclara la definición de ese "perfecto": "Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido". Como no podemos ver la Biblia cara a cara, ni tampoco puede "conocernos", los continuistas consideran este pasaje como una referencia a la segunda venida de Jesús. En ese momento no habrá necesidad de los dones del Espíritu Santo, incluyendo el don del conocimiento (versículo 8), ya que estaremos en la presencia física de Jesús mismo.
Otro versículo que se cita a menudo es 2 Corintios 12:12. Los cesacionistas sostienen que los dones de milagros como las lenguas, la sanidad, la profecía y los milagros, fueron reservados para que los apóstoles validaran su autoridad. Sin embargo, la Biblia incluye relatos de personas que no eran apóstoles en la iglesia primitiva y que realizaron milagros y sanidades, como Esteban (Hechos 6:8) y Felipe (Hechos 8:6-7). Los dones de lenguas y la profecía se extendieron entre todos los que estaban llenos del Espíritu Santo (Hechos 10:46; 19:6; 1 Corintios 14:5, 39; Gálatas 3:5). Pablo incluyó estos dones milagrosos cuando se dirigió a la iglesia de Corinto (1 Corintios 12:4-11, 28). El continuismo argumenta que si las lenguas, la sanidad y los milagros estaban limitados a los apóstoles, estos dones no habrían sido incluidos en las instrucciones de Pablo al cuerpo de la iglesia muchos años después de Pentecostés. Pablo declaró, "Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis" (1 Corintios 14:5). De esto podemos deducir que Pablo no consideró esos dones sólo para los apóstoles. Las extraordinarias manifestaciones de poder que demostraron los apóstoles (Hechos 15:12) quizá se debieron al hecho de que Jesús mismo había dado a los doce este poder por ser Sus únicos mensajeros (Lucas 9:1). Sus capacidades milagrosas no estaban necesariamente relacionadas con los dones espirituales otorgados a todos los creyentes llenos del Espíritu.
2. Terminología
El término "dones de señales" a menudo se utiliza para indicar que Dios dio ciertas habilidades a los apóstoles como "señales" para validar su apostolado. Algunos teólogos han cuestionado esta expresión, afirmando que, aunque la Biblia habla de señales de un verdadero apóstol, esto no indica que ciertos dones espirituales sean una señal que apunte al apostolado. Los continuistas creen que cuando el Nuevo Testamento se refiere a "señales", indica que las habilidades sobrenaturales son dadas por Dios a quien Él elige para cumplir Su propósito (Éxodo 7:3; Romanos 15:18-19; Hebreos 2:4; 1 Corintios 12:11). El término "dones de señales" nunca se usa como una categoría separada que pertenezca a los dones del Espíritu Santo.
La profecía es otro término que ha generado desacuerdos. Los cesacionistas citan ejemplos de algunos continuistas que han comparado sus revelaciones personales con las Escrituras. Sin embargo, la mayoría de los continuistas están de acuerdo con los cesacionistas en que ninguna otra revelación dada a los seres humanos nunca estará a la altura del canon completo de las Escrituras. Sin embargo, los continuistas no ven nada en la Escritura que indique que el Dios relacional que nos ha dado la Escritura ya no se comunica con Su pueblo. El don de la profecía puede incluir el hablar la verdad de la Palabra de Dios, pero también puede incluir la revelación sobrenatural que Dios da a Sus siervos para impactar a otros de una manera profunda. El apóstol Pablo animó a la iglesia, diciendo: "procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis" (1 Corintios 14:1).3.
3. Lenguas
El tema de hablar en lenguas ha sido una causa de malentendidos para muchos cristianos. Su abuso y mal uso en algunos círculos ha alimentado aún más la convicción de los cesacionistas de que este don no está ni activo ni es necesario. Algunos incluso atribuyen este fenómeno a la actividad demoníaca o a la histeria emocional. También sostienen que, si las lenguas siguieran siendo un don legítimo, todo misionero recibiría este don y evitaría años de estudio de idiomas.
Como respuesta, los continuistas están de acuerdo en que parte de lo que se dice que es inspirado por el Espíritu no es más que sensacionalismo alimentado por las emociones. Satanás y los seres humanos caídos siempre han falsificado las obras milagrosas de Dios y todavía lo hacen (Éxodo 7:10-11; Hechos 8:9, 11; Apocalipsis 13:14). Sin embargo, la presencia de lo falso no niega lo auténtico. En Hechos 16:16, Pablo y Silas fueron importunados por una muchacha poseída por un demonio con el don de la profecía. El hecho de que su habilidad sobrenatural fuera de Satanás y no de Dios no hizo que Pablo llegara a la conclusión de que todos los dones proféticos eran del diablo (1 Corintios 14:1). En Mateo 7:21-23, Jesús predijo que muchos afirmarían conocerlo porque hacían milagros en Su nombre. Que hubiese impostores no implicaba que todos los que hacían milagros fuesen falsos.
Los continuistas sugieren que parte de la confusión sobre este tema es que puede haber dos tipos de "lenguas" mencionadas en Hechos y en las cartas a los Corintios. El don que vino el día de Pentecostés permitió a los apóstoles hablar en las lenguas de los presentes. Esto permitió que el evangelio se extendiera rápidamente por toda la región (Hechos 2:6-8). Sin embargo, en 1 Corintios 14, Pablo parece estar hablando de un propósito diferente para las lenguas. Todo el capítulo catorce es una instrucción para la iglesia acerca de los propósitos y el uso de este don, el cual puede ser para adorar a Dios (1 Corintios 14:2, 14-16, 28).
El apoyo bíblico para esta postura se encuentra en Hechos 10:45-46 cuando Cornelio recibió el Espíritu Santo. Él comenzó a alabar a Dios en lenguas, aunque no había nadie presente que necesitara escuchar el evangelio en otros idiomas. Otro ejemplo se encuentra en Hechos 19:6-7. Doce hombres de Éfeso recibieron el Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas, aunque no había nadie presente que necesitaba oírlo. La iglesia de Corinto incluía regularmente lenguas en sus servicios de adoración, sin que hubiera indicios de que siempre estuvieran presentes aquellos que necesitaban escuchar un mensaje en su idioma.
En 1 Corintios 14:28, Pablo continúa su instrucción sobre el uso de las lenguas en la adoración congregacional: "Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios". Esto parece indicar que las lenguas también pueden ser un medio para orar "en el espíritu", lo cual da otra perspectiva a pasajes como 1 Corintios 14:14-15 y 28, Romanos 8:26, Efesios 6:18 y Judas 1:20. Pablo nunca reprendió a los corintios por usar este don (1 Corintios 14:39) sino sólo por usarlo mal y generar caos (versículos 23 y 39). Al final del capítulo catorce, Pablo les instruye a no "prohibir el hablar en lenguas". sino que todo debe hacerse de manera adecuada y ordenada" (1 Corintios 14:39-40).
4. Historia de la Iglesia
El cesacionismo afirma el apoyo histórico, declarando que no hay indicios de que los dones de milagros continuaron después de la muerte de los apóstoles. Sin embargo, los continuistas sostienen que el registro de la iglesia no está de acuerdo. Citan los siguientes ejemplos:
Justino Mártir (100-165 d.C.), historiador de la iglesia primitiva, declaró que "los dones proféticos permanecen con nosotros hasta el presente". Ahora es posible ver entre nosotros mujeres y hombres que poseen dones del Espíritu de Dios".
Ireneo (125-200 d.C.) dijo: "También oímos a muchos hermanos en la iglesia que poseen dones proféticos y que a través del Espíritu hablan todo tipo de idiomas. . . . Incluso los muertos han resucitado y han permanecido entre nosotros durante muchos años".
Novato (210-280 d.C.) dijo, "Este es el [Espíritu Santo] que coloca profetas en la iglesia, instruye a los maestros, dirige las lenguas, da poderes y sanidades, hace obras maravillosas".
Agustín (354-430 d.C.) se cita con frecuencia como un padre de la iglesia primitiva que rechazó la idea del continuismo. Esto fue cierto desde el principio. Sin embargo, tiempo después, fue tan impactado por las sanidades y milagros que observó de primera mano, que escribió en La Ciudad de Dios, "Estoy tan urgido de terminar este trabajo, que no puedo registrar todos los milagros que veo".
Estudiosos de la Biblia más recientes como John Wesley, A. W. Tozer, R. A. Torrey y J. P. Moreland también estaban convencidos de que todos los dones del Espíritu siguen activos en el mundo hoy en día, y de hecho operan en algunos de esos dones.
5. Argumentos del silencio
Los cesacionistas señalan que sólo las primeras cartas de Pablo contenían referencias a los dones de milagros. Las epístolas posteriores como la de Efesios no los mencionan. Su conclusión es que estos dones deben haber "desaparecido" después de que la iglesia se estableciera definitivamente. Sin embargo, los continuistas señalan que este es un argumento de silencio, lo cual es una falacia lógica. La falta de referencia a un tema no implica de ninguna manera que la instrucción anterior haya cambiado. Puede significar que los dones de milagros no estaban causando perturbaciones en Éfeso como en Corinto, y otros asuntos eran más importantes para que Pablo les prestara atención. Las listas de dones que se encuentran en Romanos 12:6-9, 1 Corintios 12:4-11 y 1 Pedro 4:10-11 no son idénticas y posiblemente la intención no era que fueran exhaustivas.
Los eruditos bíblicos predominan en ambos aspectos de este tema. El cesacionismo sostiene que la Palabra inspirada de Dios es todo lo que necesitamos para vivir como Cristo desea que vivamos. Los continuistas afirman que el Espíritu Santo que fue derramado en Hechos 2 aún continúa Su obra, con todos los dones sobrenaturales mencionados en la Escritura. David Martyn Lloyd-Jones, un teólogo del siglo XIX que a menudo se cita como un defensor del cesacionismo, dice esto: "Todo cristiano debe buscar siempre lo mejor y lo más sublime. Nunca debemos contentarnos con nada menos de lo que se describe como posible para el cristiano en el Nuevo Testamento". A esto, ambas partes añadirían, "Amén".
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