Pregunta
¿Cuál es la historia de Ana y Samuel?
Respuesta
El relato de Ana y Samuel se encuentra en 1 Samuel 1 y 2. Ana era una de las dos esposas de un judío llamado Elcana. La otra esposa, Penina, tuvo hijos, pero Ana no podía tenerlos.
El relato bíblico sobre Ana comienza antes de que naciera Samuel. Un año, Ana viajó a Silo, donde estaba el tabernáculo. A la entrada del tabernáculo, oró pidiendo un hijo. Hizo un voto, diciendo: "Oh Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de Tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de Tu sierva, sino que das un hijo a Tu sierva, yo lo dedicaré al Señor por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza" (1 Samuel 1:11, NBLA).
El sacerdote Elí vio a Ana orando intensa, pero silenciosamente, y, pensando que estaba borracha, la reprendió. Una vez que Ana le explicó que estaba orando, el sacerdote la bendijo y pidió a Dios que le concediera su petición. Volvió a casa y pudo concebir. Ana tuvo un hijo y lo llamó "Samuel", que significa "Lo he pedido al Señor" (1 Samuel 1:20, NBLA).
Una vez destetado Samuel (tradicionalmente entre los 2 y los 5 años), Ana y Samuel viajan a Silo, llevando consigo un sacrificio. Una vez ofrecido el sacrificio, Ana presenta al joven Samuel a Elí y le dice: "Por este niño oraba, y el Señor me ha concedido la petición que le hice. Por lo cual yo también lo he dedicado al Señor. Todos los días de su vida estará dedicado al Señor" (1 Samuel 1:27-28, NBLA). El capítulo concluye con Samuel adorando al Señor en el tabernáculo.
En 1 Samuel 2, Ana ofrece una oración de agradecimiento a Dios y regresa a casa. Entonces se revela que los hijos de Elí eran hombres malvados que hacían el mal en el tabernáculo. En cambio, "Samuel, siendo niño, ministraba delante del Señor usando un efod de lino" (1 Samuel 2:18, NBLA). Ana podía ver a Samuel al menos una vez al año; cuando ella y su esposo subían a ofrecer el sacrificio anual, Ana siempre llevaba consigo una pequeña túnica para Samuel. Y "Elí bendecía a Elcana y a su mujer, y decía: "Que el Señor te dé hijos de esta mujer en lugar del que ella dedicó al Señor". Y regresaban a su casa" (1 Samuel 2:20, NBLA).
La historia de Ana termina con una respuesta a la oración de Elí. 1 Samuel 2:21 dice: "El Señor visitó a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el niño Samuel crecía delante del Señor" (NBLA). El hijo mayor de Ana, Samuel, llegaría a ser el líder espiritual de Israel. Como profeta y juez de la nación, Samuel ungiría a los primeros dos reyes de la nación, Saúl y David.
La historia de Ana y Samuel ofrece muchas lecciones importantes para hoy. En primer lugar, Ana se dirigió a Dios en oración durante su tiempo de necesidad. En segundo lugar, alabó y dio gracias a Dios cuando respondió a su oración. En tercer lugar, mantuvo su compromiso con el Señor, aunque seguramente le resultó difícil. En cuarto lugar, Dios bendijo a Ana más allá de lo que había pedido. Al final, Ana no solo fue madre de Samuel, sino también de otros tres hijos y dos hijas. Muchas veces, la historia de Ana y Samuel ha servido de inspiración y aliento a las mujeres que luchan contra la infertilidad o que, por algún motivo, no pueden tener hijos. Aunque Dios no siempre responde de la misma manera, la actitud de oración y dependencia del Señor de Ana es un buen ejemplo para nosotros hoy.
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¿Cuál es la historia de Ana y Samuel?