Pregunta
¿Es el concepto de un diario de oración bíblico?
Respuesta
Un diario de oración es un registro escrito, llevado regularmente, de las experiencias personales en la oración. Un diario de oración suele estar lleno de oraciones escritas, peticiones de oración específicas, notas sobre cuándo y cómo Dios respondió a esas peticiones y expresiones de alabanza y agradecimiento. Debido a su naturaleza, los diarios de oración suelen ser privados. Ciertamente, el registrar las oraciones en un diario es un concepto bíblico.
La práctica de guardar un diario de oraciones es tan antigua como las Escrituras. La mayoría de los salmos son oraciones registradas en un "diario" y luego cantadas. David, un pastor convertido en rey, escribió sus pensamientos y oraciones bajo la inspiración del Espíritu Santo. Otros salmistas, como Asaf, Moisés y los hijos de Coré, añadieron sus inspiradas oraciones y lamentos, y la colección se convirtió en los cantos que los israelitas utilizaban en su adoración. Esas oraciones registradas han brindado consuelo y claridad a las personas a lo largo de los siglos, quienes a veces las usan como sus propias oraciones.
El Salmo 3 es un ejemplo de un diario de oración. Comienza con el encabezado "Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón". Continúa con los lamentos de David al Señor pidiendo ayuda, seguidos de la alabanza de David a la fidelidad de Dios:
¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios. Selah Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Selah Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah"
Muchos salmos son oraciones a Dios y expresan una amplia gama de emociones, preguntas y conclusiones mientras el escritor lucha con situaciones de la vida. Una de las razones por las que Dios colocó el libro de los Salmos en la Biblia es para darnos ejemplos de las oraciones que Él honra. Las oraciones en los Salmos son honestas, sentidas y sin filtrar. Muchas personas piensan que la oración debe ser prístina y pulida para ser santa. Pero las oraciones registradas en los salmos nos muestran lo contrario. A veces están enojadas y otras veces expresan una reacción cruda y visceral a los eventos de la vida, igual que nuestras oraciones. Sin embargo, Dios quería que estuvieran en las Escrituras para mostrarnos que Él puede manejar nuestras luchas más profundas e incluso nuestras preguntas sobre si Él está prestando atención. Por ejemplo, un salmista pregunta: "¿Por qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?" (Salmo 10:1). Otro salmo es un grito de tanta desesperación que Heman, el autor, registra sus preguntas sobre si el Señor se preocupa o no: "¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?" (Salmo 88:14).
Un diario de oración es una excelente manera de mantener nuestros pensamientos enfocados mientras se los presentamos al Señor. Registrar las oraciones también ayuda a documentar temporadas de nuestra vida y las formas en las que el Señor respondió y nos libró. Escribir nuestros pensamientos nos ayuda a clarificarlos y, al igual que los salmistas, a menudo llegamos a buenas conclusiones para cuando terminamos de escribir en el diario. Incluso los salmos con los pensamientos más oscuros suelen terminar en alabanza; por ejemplo, el Salmo 59 es un clamor por la liberación y detalla algunas de las intrigas y los venenos de los enemigos de David. Pero así es como termina: "Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia" (Salmo 59:17).
Hay muchas maneras de orar, y todas son aceptadas por Dios cuando venimos a Él con un corazón contrito y humillado (Salmo 51:17). Ya sea que estemos orando a lo largo del día, de rodillas en nuestros cuartos de oración, o llevando un diario de oración, Dios escucha y responde (1 Juan 5:15). Los diarios de oración son maravillosas herramientas para recordarnos cómo Dios respondió a oraciones pasadas. Cuando releemos nuestras propias súplicas sinceras del pasado y recordamos cómo Dios nos libró, somos alentados a seguir orando, seguir confiando y seguir llevando un diario como una forma de continuar construyendo nuestra fe.
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¿Es el concepto de un diario de oración bíblico?