Pregunta
¿Habrá un avivamiento mundial antes del fin de los tiempos?
Respuesta
Un avivamiento es un despertar espiritual en el que una iglesia o comunidad sale de un estado de letargo o estancamiento, lo que resulta en vidas transformadas y una renovada búsqueda de la justicia personal. En un sentido estricto, el avivamiento solo puede ocurrir entre creyentes, ya que implica una restauración a la vida. Sin embargo, en el uso común, la palabra avivamiento a menudo se refiere a cualquier respuesta a gran escala a la evangelización en la que se convierten nuevos creyentes.
¿Contiene la Biblia profecías sobre un avivamiento mundial? Sí y no. Sí, la Biblia predice tiempos de conversión al Señor, pero probablemente no en el sentido que muchos esperan.
Bíblicamente hablando, los "últimos tiempos" abarcan el periodo entre la ascensión de Jesús y Su regreso. Estamos viviendo en la última dispensación antes del día del Señor. Examinaremos las predicciones de avivamiento en tres periodos: la era de la Iglesia, el periodo de la tribulación y el milenio.
Avivamiento en la Era de la Iglesia
Muchos de los profetas bíblicos hablan de un derramamiento del Espíritu de Dios en los últimos tiempos, pero Pedro interpreta esto como la venida del Espíritu Santo en Pentecostés y, posiblemente, el ministerio de la iglesia en adelante. En Hechos 2, Pedro predica a la multitud: "Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras... Esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel: "Y sucederá en los Últimos días", dice Dios, "Que derramaré de Mi Espíritu sobre toda carne; y sus hijos y sus hijas profetizarán, sus jóvenes verán visiones, y sus ancianos soñarán sueños; y aun sobre Mis siervos y sobre Mis siervas derramaré de Mi Espíritu en esos días, y profetizarán" (Hechos 2:14-18, NBLA). Por lo tanto, el avivamiento profetizado en Joel 2:28-32 se cumplió hace 2,000 años con el inicio de la Iglesia.
Durante la Era de la Iglesia, ha habido un gran avivamiento, es decir, una gran afluencia de personas al reino de Dios, mucho más que en los tiempos del Antiguo Testamento. Si hubieras vivido en la época del Antiguo Testamento y vieras lo que tenemos hoy—cristianos en cada nación, evangelizando activamente y traduciendo las Escrituras para alcanzar a cada tribu e idioma—probablemente lo llamarías un avivamiento increíble, más allá de lo que podrías haber imaginado. Lo mismo se podría decir si hubieras vivido en el primer siglo con los apóstoles. La iglesia ha crecido exponencialmente desde el día de Pentecostés.
En Mateo 24:14, Jesús dice que el evangelio será predicado en todo el mundo, "y entonces vendrá el fin". Jesús no indica cuál será la respuesta a la predicación, pero unos versículos antes, él dice: "Muchos se apartarán de la fe entonces... se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:10-12, NBLA). En otra ocasión, Jesús pregunta retóricamente: "Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8). Jesús dijo que edificaría Su Iglesia (Mateo 16:18) y lo está haciendo. La iglesia ha experimentado períodos de avivamiento y gran crecimiento, así como periodos de aparente estancamiento. Pero Jesús nunca enseñó que habría un avivamiento global en los últimos días antes de la tribulación.
El apóstol Pablo, escribiendo a Timoteo, no parecía pensar que habría un avivamiento mundial, tampoco: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia" (1 Timoteo 4:1-2). Además, Pablo escribió: "Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles" (2 Timoteo 3:1, NBLA). Notemos la descripción de los últimos días: serán "difíciles"; de hecho, "los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados" (2 Timoteo 3:13). En lugar de arrepentirse en un avivamiento mundial, "los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder" (2 Timoteo 3:2-5, NBLA).
En otra epístola, Pablo vuelve a decir que los últimos días se caracterizarán por la apostasía, no por el avivamiento: "No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquel que trae destrucción" (2 Tesalonicenses 2:3, NTV). La predicción de Pablo de una apostasía antes de que se revele el Anticristo sugiere que lo que ocurra será lo contrario de un avivamiento. Será un alejamiento de la verdad, ya que muchos que profesan ser creyentes abandonan la fe y rechazan la enseñanza bíblica en los días previos a la tribulación.
Si la Batalla de Gog y Magog (Ezequiel 38-39) tiene lugar durante la Edad de la Iglesia, entonces podríamos ver una especie de avivamiento en las secuelas de ese conflicto. Las naciones del mundo verán demostrada la grandeza y santidad de Dios (Ezequiel 38:23). Y, para Israel, específicamente, habrá un avivamiento: "La casa de Israel sabrá que Yo soy el Señor su Dios desde ese día en adelante... Habré derramado Mi Espíritu sobre la casa de Israel" (Ezequiel 39:22, 29, NBLA).
Avivamiento en la Tribulación
El Nuevo Testamento habla de un avivamiento entre los judíos durante la tribulación. Romanos 11:25 dice que Israel "ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles". Entonces, "todo Israel será salvo", lo que parece indicar que los judíos un día se "ablandarán" al evangelio y lo recibirán. El Apocalipsis menciona lo que parece ser un avivamiento entre los judíos durante la tribulación, dirigido por 144.000 evangelistas judíos (ver Apocalipsis 7). La tribulación tendrá el efecto de volver los corazones judíos a su verdadero Mesías, y esto fue profetizado en el Antiguo Testamento: "Es tiempo de angustia para Jacob, mas de ella será librado" (Jeremías 30:7, NBLA).
Avivamiento en el Milenio
Varios pasajes del Antiguo Testamento profetizan una era futura de justicia, paz y seguridad cuando el Mesías reinará desde Jerusalén. Durante ese tiempo, que según Apocalipsis 20 durará 1.000 años, "la tierra estará llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar" (Isaías 11:9, NBLA), lo que sugiere un avivamiento mundial. También durante esa era, los antiguos enemigos del Señor "subirán de año en año para adorar al Rey, Señor de los ejércitos, y para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos" (Zacarías 14:16, NBLA; ver también Habacuc 2:14; Salmo 22:27; Isaías 18:7; 19:21; 27:13; y Jeremías 31:34). Sin embargo, al final de este periodo, muchos seguirán a Satanás en una última rebelión (Apocalipsis 20:7-9).
El Avivamiento del Fin de los Tiempos:
Conclusión
Algunos creen que estamos en el umbral del mayor avivamiento de la historia de la Iglesia, o que nos estamos preparando para ello. Nada nos gustaría más que Dios hiciera una gran obra y trajera multitudes al Reino, y oramos con ese fin. Una vuelta masiva a Dios a escala global cambiaría este mundo. Sin embargo, las Escrituras parecen indicar que, en los días previos al rapto, un avivamiento mundial es poco probable. Los últimos días serán una época inquietante y alarmante, pero nos consuela el hecho de que nuestro Señor ha vencido al mundo (Juan 16:33). Mantengamos nuestros ojos en Él y dejemos que Su luz brille a través de nosotros, dando gloria a Dios mientras esperamos el regreso de nuestro Salvador.
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¿Habrá un avivamiento mundial antes del fin de los tiempos?
