Pregunta
¿Qué significa que "no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno" (Salmo 14:3; Romanos 3:12)?
Respuesta
Algunas personas creen que irán al cielo porque, en su opinión, son buenas personas. Sin embargo, el Salmo 14:3 dice: "Pero todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno" (NBLA). Todos hemos pecado (Romanos 3:23). Como dijo Jesús: "Ninguno hay bueno, sino solo Dios" (Lucas 18:19).
Cuando la Biblia dice que "no hay quien haga el bien", no quiere decir que las personas sean todo lo malas que pueden ser o que sean moralmente incapaces de hacer nada bueno. La gente es capaz de hacer cosas buenas. Pueden ser amables o considerados, hacer regalos generosos y preocuparse por los desfavorecidos. Incluso un ateo puede ser filántropo. Sin embargo, ninguna cantidad de "buenas acciones" puede cambiar el hecho de que todas las personas son pecadoras por naturaleza. El Salmo 14:2-3 (NBLA) lo explica "El Señor ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay alguien que entienda, alguien que busque a Dios. Pero todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno".
Sólo Dios es bueno todo el tiempo y en todas las cosas (1 Crónicas 16:34; Salmo 25:8; Marcos 10:18), y declara que todos los hombres son pecadores. "Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque" (Eclesiastés 7:20). Nadie está naturalmente inclinado a hacer el bien ni a buscar a Dios.
Pablo afirma que tanto los judíos como los gentiles están bajo el poder del pecado (Romanos 3:9). Cita el Salmo 14:3 en Romanos 3:12: "No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno". Todas las personas necesitan la salvación de Dios; los que no son salvos pagarán las consecuencias de su pecado, que es la muerte (Romanos 6:23).
La salvación no se basa en la bondad de una persona; si así fuera, nadie se salvaría, pues no hay nadie que haga el bien. La Biblia enseña que nunca podremos ser lo bastante buenos para llegar al cielo (ver Mateo 5:20; Tito 3:5). Debemos reconocer que somos pecadores que estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Afortunadamente, Dios hizo un camino para que fuéramos perdonados de nuestro pecado y nos salváramos por medio de Jesucristo. La salvación se basa en la bondad de Jesús y en que "no hay pecado en él" (1 Juan 3:5). Mientras estábamos en nuestro estado pecaminoso, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8), y si confesamos con nuestra boca que Jesús es el Señor y creemos en nuestro corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, seremos salvos (Romanos 10:9). Sólo Cristo fue lo bastante bueno para ganarse el cielo, y declara justos a los que confían en Él para salvarse (Romanos 1:17).
"No hay quien haga el bien", es una acusación universal contra la humanidad. Nadie vive de acuerdo con la norma de justicia de Dios; todos viven en un estado de depravación. Todos se han apartado de Dios y de Su gobierno, de la verdad al error, de la rectitud al pecado y de la sabiduría a la necedad. Aunque la gente puede hacer cosas buenas, ninguna de sus buenas acciones es intrínsecamente buena, no está afectada por el pecado, y ninguna de esas buenas acciones es lo bastante buena como para deshacer la pena del pecado. El único que es bueno, Dios mismo, ofrece el don gratuito de la salvación a todos los que creen (Efesios 2:8-9) e invita a todos: "Prueben y vean que el Señor es bueno" (Salmo 34:8, NBLA).
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¿Qué significa que "no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno" (Salmo 14:3; Romanos 3:12)?
