Pregunta
¿Qué es un prolegómeno?
Respuesta
Un prolegómeno es simplemente un ensayo introductorio o introducción crítica a un libro. De la palabra prolegómeno (literalmente, "decir antes"), obtenemos la palabra más popular, prólogo. El propósito de un prólogo en un libro, o el prolegómeno en una obra más formal y académica, es dar información necesaria para establecer el contexto adecuado para la obra, información necesaria para que el lector pueda entender adecuadamente lo que se va a decir en el cuerpo de la obra.
En el estudio de la teología sistemática, prolegómeno se refiere al estudio de asuntos preliminares que son necesarios para "preparar" el estudio teológico formal. Estos temas podrían incluir cómo se llevará a cabo el estudio teológico, cómo adquirimos conocimiento y llegamos a la verdad, el sistema teológico o la tradición que gobernará el estudio, y las fuentes que se considerarán autoritativas.
Los asuntos de prolegómeno son importantes porque a menudo no se mencionan, pero influyen poderosamente en las conclusiones a las que llegamos. Por ejemplo, si una persona aborda la teología como el estudio de Dios y lo que Él ha revelado, las conclusiones de esa persona serán bastante diferentes a las de una persona que aborda la teología como simplemente el estudio de las historias del hombre sobre Dios. El objetivo de algunas obras teológicas es "probar" un punto de vista particular. Otros simplemente asumen un punto de vista como verdadero y explican la teología desde esa perspectiva (teología arminiana, teología postmilenario, teología dispensacional, teología feminista o incluso teología gay). Un apologista evangélico que estudia teología mormona con el propósito de señalar inconsistencias y puntos de tensión entre la teología mormona y la Escritura abordará el tema de manera muy diferente (y por supuesto llegará a conclusiones muy diferentes) de un apologista mormón que está estudiando con el propósito de mostrar que el mormonismo es simplemente otra expresión del cristianismo ortodoxo. De manera similar, un apologista mormón que intenta hacer que la teología mormona sea aceptable para los evangélicos, escribirá una teología mormona muy diferente a la que escribiría un autor mormón que intenta explicársela a otros mormones. Estos son asuntos de prolegómeno. Es importante conocer el punto de vista del autor, el propósito de la obra y el público al que se dirige para entender completamente la obra. Un teólogo calvinista que escribe para explicar la teología calvinista al miembro promedio de la iglesia presbiteriana o reformada no puede ser criticado en justicia por un arminiano por no "probar" adecuadamente su punto de vista. Desde el punto de vista del prolegómeno, tanto el autor como los lectores ya comparten una perspectiva similar.
Los teólogos evangélicos toman la Biblia como el punto de partida y la autoridad final, mientras que los teólogos liberales podrían tomar la experiencia humana y la razón como algo tan convincente como la Biblia para determinar la verdad. El debate actual sobre el "matrimonio gay" es un buen ejemplo. Un teólogo, que toma la Biblia como autoritativa, concluiría que el matrimonio homosexual nunca puede ser parte del plan de Dios. Un teólogo diferente, que da la misma autoridad a la experiencia humana y la razón que a la Biblia, podría concluir que, dado que hay muchas parejas homosexuales que se aman y expresan devoción a Dios, tales uniones deben ser aceptables para Dios. Mientras parecería que la conclusión final es la verdadera diferencia entre los dos teólogos, en realidad es el punto de partida el que los separa y prácticamente garantiza diferentes conclusiones.
Una de las obras más conocidas del filósofo Immanuel Kant es Prolegómenos para toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia. En esta obra, aborda el asunto de si la metafísica es incluso posible. Su conclusión fue que realmente no podemos conocer nada fuera de nuestra experiencia de ello. Sus presuposiciones (sus prolegómenos) lo llevaron a su conclusión, ya que ya había rechazado la idea de que Dios pudiera revelarse con precisión a las personas para que pudieran conocerlo realmente. Los prolegómenos personales de Kant prácticamente garantizaban las conclusiones de su Prolegómenos escritos.
En cualquier estudio o búsqueda de la verdad, el punto de partida es fundamental, y cualquier obra que intente llegar a la verdad (incluso las que finalmente concluyen que la única verdad es que no podemos conocer la verdad) debe ser clara sobre las presuposiciones que gobernarán el estudio. Los cristianos harían bien en examinar sus propias presuposiciones al abordar cualquier problema. Del mismo modo, a menudo es un ejercicio fructífero examinar cualquier argumento o proposición (ya sea teológica, social, cultural o política) para tratar de identificar las presuposiciones que han llevado a la posición. Esto ayudará al cristiano a entender mejor cómo interactuar con las personas que tienen puntos de vista opuestos. Muchos puntos de vista tienen sentido si se acepta el punto de partida. Por lo tanto, el verdadero área de discusión no es la conclusión, sino el punto de partida, el prolegómeno. Un cristiano que sólo discute contra las conclusiones probablemente será ineficiente e ineficaz en sus apologéticas.
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